"la narrativa se halla en una esfera un tanto diferente de las demás artes.En cuanto aprendemos a hablar empezamos a sentir avidez por los relatos.Los que seamos capaces de rememorar nuestra infancia recordaremos el ansia con que saboreabamos el cuento que nos contaban en la cama antes de ir a dormir.Los que somos padres no tendremos dificultad en evocar la embelesada atención en los ojos de nuestros hijos cuando les leíamos un cuento. ¿A qué se debe ese ferviente deseo de escuchar? Los cuentos de hadas suelen ser crueles y violentos,cualquiera pensaría que esos elementos llenarían de espanto a un crío;Pero lo que el niño experimenta a través de esos cuentos es precisamente un ENCUENTRO FORTUITO CON SUS PROPIOS MIEDOS Y ANGUSTIAS INTERIORES,en un entorno en el que está perfectamente a SALVO y PROTEGIDO.Tal es la mágia de los relatos:pueden transportarnos a las profundidades del infierno,pero en realidad son inofensivos.
Nos hacemos mayores ,PERO NO CAMBIAMOS.Nos volvemos más refinados,pero en el fondo seguimos siendo cómo cuando eramos pequeños,criaturas que esperan ansiosamente que les cuenten otra historia,y la siguiente, y otra más. (Paul Auster)
La catarsis que podemos hacer con una historia, quizá nos sirva para entendernos y entender a otros, que es nuestro mayor reto.
ResponderEliminarPorque esos otros mundos tan reales como este, porque esas realidades "ficticias" te hacen trasladarte a tu interior.
Lo que parece más lejano, es aquello que más se parece, que más dentro está de uno.
Aquello que nos parece más irreal es nuestro día a día.
Los relatos abren la mente, y los ojos para los que quieran ver, para los que sepan leer entre líneas. Para encontrarnos y encontrar.
Pero todas las historias posibles carecen de sentido si nadie las lee. Si nadie las vive.
Nuestra vida parece estar vacía si no hay nadie que la viva con nosotros.
Me ha gustado mucho esta entrada, Paul Auster también. by Azucena.